29 de mayo de 2006

España como excipiente

(Lucio Fontana, Concepto espacial. Los Quanta, 1960 / 60 Q 1)


“España es grande porque es la suma de 17 comunidades autónomas”, dice una ciudadana de Lérida, arquitecta (Diario ADN, 29 mayo 2006).

España vista como aritmética requiere sus operaciones de comprobación: la suma de 17 no resulta 1, salvo que se divida entre sí el primer número y, para hablar de grandeza, se eleve a n. Pero esta operación exige la desaparición previa de 17, no para reducir cada parte sino para elevarlas, volviendo al conjunto del que proceden. A la inversa, 1 dividido entre 17 no ofrece ningún número entero, sino una fracción que se desliza hacia la pena de infinitos ceros. Una asíntota hacia la insignificancia. Insignificancia por cierto que designa una situación y una tendencia, no un motivo de fiesta y futuros aniversarios como se celebra ahora.

Así que España es más una geometría que una limitada aritmética. La diferencia, el salto cualitativo hacia las tres dimensiones es el proyecto, un proyecto de nación que exige espacio, tiempo y visión hacia fuera, juego con los grandes, en lugar del minimalismo de la región como límite mental. Además el minimalismo, cuando no se hace con materiales nobles sino con residuos de estado y flecos de nación, degenera en arte povera, reciclado de ocasión. La grandeza requiere una estructura mental amplia, trayectoria de postín y capacidad de abstracción con aptitud para el arte figurativo, que es donde el ciudadano se reconoce. El espíritu de contable reduce la nación a la provincia.

Pocas veces en la historia moderna de España ha habido tal proyecto, el equivalente a las repúblicas americana, francesa, alemana. Caído el imperio quedaban suficientes ingredientes para que una acción combinada de estadistas e ilustrados pensara y llevara adelante ese proyecto, pero se interpretaron como tradición a conservar y de esa actitud a la defensiva surgió España como problema para el 98 y España como excipiente ahora. Que al no tener salida por plantearse con estrechez llevó a la nación resignada y al Estado vacante. Algunos intervalos históricos salieron de esa trinchera con visión, olfato al menos, de grandeza, pero fracasaron al limitar por abajo con la política de la miseria –IIª República- o con la miseria de los políticos -gobiernos Aznar-, por arriba con el tiempo y por los lados con la mesocracia y la educación.

Esa recurrencia cazurra a las comunidades autónomas como fábrica de sueños puede llevar a la nación España a que su muerte consista en ir perdiendo la costumbre de vivir, como decía González Ruano.

28 de mayo de 2006

Montenegro no es más libre.

(El Lissitsky)


En su artículo sobre
‘Cataluña libre’ (El País, 27 de mayo de 2006), J.M. Colomer consigue demostrar lo contrario de lo que pretende (o las ‘mentiras condensadas’):

1. Afirmación: “La proliferación de países independientes en Europa y en el mundo es un éxito de las nuevas oportunidades de gobierno democrático” Refutación: Los nuevos países independientes en Europa no surgen de un proceso democrático sino de la desintegración de la Unión Soviética, de Yugoslavia o por colusión de intereses estratégicos y económicos de los grandes Estados de la UE y con la tutela de ésta: Macedonia, Montenegro ahora, Kosovo pronto. Chequia y Eslovaquia son el único caso mixto de separación por consenso de sus gobernantes, más que de sus poblaciones, e interés geoestratégico tanto de la UE –en particular, Alemania- como de Hungría y sus vecinos eslavos, y de Rusia. Es, por tanto, una proliferación de estados independientes que nada tiene que ver con la democracia. Letonia, Bielorrusia, Moldavia son estados con menor libertad –y menos expectativas de conseguirla- para sus ciudadanos que en la última época de Gorbachov.

2. Afirmación: “En los grandes Estados, si son democráticos, en el mejor de los casos gobierna una mayoría” Refutación: Si no gobierna una mayoría, aunque sea minoritaria, no es democrático el Estado en cuestión. Aquí se le nota la prisa en formular la premisa para llegar a la conclusión siguiente:

(EL Lissitsky, 'Worker and peasant', Photocollage. 1931)

3. Afirmación “Pero con la creación de las nuevas unidades políticas, las minorías estatales pueden convertirse en mayorías locales, de modo que aumenta el número total de individuos cuyas preferencias coinciden con las de su gobierno” Refutación: la ciudadanía política se cumple más cuando el gobierno coincide (representa) con las preferencias de los individuos que a la inversa. La diversidad se reduce cuanto mayor sea la comunión de la ciudadanía con los gobiernos, siempre que esa comunión derive de que la oferta política del gobierno aspirante a la independencia genera la demanda de unidad cultural y social de la mayoría de los ciudadanos. Es el caso catalán.

La tesis de Colomer demuestra que la creación de esas nuevas unidades políticas es inducida por los gobiernos locales en función de sus intereses y con ambición de formar estados menores para librarse del control estatal. El actual monolitismo político y cultural de Cataluña demuestra esa inducción, ya que la sociedad –los ciudadanos- es diversa por naturaleza. Los Estados mafia de Montenegro, Macedonia, Bielorrusia y Moldavia demuestran el verdadero origen e interés de las élites promotoras de la independencia. La supresión de derechos ciudadanos a la población de origen ruso en Letonia (45%) es una prueba más de limitación de la participación democrática de los ciudadanos, y no de aumento.

(Code and image from "Two Squares" computer 'animation' influenced by El Lissitsky, 1987)

4. Afirmación: “Las nuevas oportunidades de autogobierno democrático de las comunidades pequeñas se derivan sobre todo de los grandes mercados y los bienes públicos de gran escala provistos por los amplios acuerdos comerciales y militares internacionales y las unidades de tamaño imperial como la Unión Europea, las cuales convierten a los estados tradicionales en menos necesarios y más engorrosos.” Refutación: en economía el tamaño sí importa; sin masa crítica suficiente las comunidades pequeñas no son atractivas ni viables para las inversiones decididas por “los grandes mercados”.

Especialmente para los bienes públicos de gran escala, que son provistos a los grandes Estados quedando los idílicos pequeños como estaciones de paso. Energía y mercados financieros lo demuestran. Sucede a escala micro (pymes-grandes empresas) y entre países. La capacidad de atraer inversión exterior por parte de una comunidad pequeña es mayor si pertenece a un Estado grande debido al multiplicador de infraestructuras, mercado y seguridad jurídica que proporciona el Estado-nación clásico, lo cual es mucho menos engorroso para los grandes agentes económicos internacionales. El tamaño y la incertidumbre legal, cuando no la inestabilidad política, de los nuevos países pequeños aleja al dinero.

Del mismo modo que la gigantesca falta de ortografía que comete Colomer al escribir Cataluña como Montenegro aleja la verdad del lector.

27 de mayo de 2006

Ciudadano y cliente

(Douglas Gordon, 'Double vision')


Entrevista a Félix de Azúa, El País 26 de mayo de 2006:
Pregunta. La voluntad literaria de la que hablaba, ¿en qué encuentra su mayor concreción?
Respuesta de Félix de Azúa. En suprimir todo lo superfluo.

Justo lo contrario que en la política actual, que encuentra su mayor concreción, es decir, producto atractivo y personalizado para el ciudadano convertido en cliente, en la supresión de la diferencia entre superficie y esencia. Y entre efecto y causa.

Por eso acierta plenamente Zapatero al radicar la esencia de la democracia en la cintura, un regate por naturaleza variable que impide las posiciones al hacerlas inútiles. Acierta como retratista fiel del consumidor al que representa. Incluso se adelanta. El producto político ya no puede ser diferenciado porque es líquido, pero sí debe parecer personalizado para su consumo. Es la política como tuneado de la democracia.

26 de mayo de 2006

Contra la ayuda al desarrollo

(Raymond Depardon, Francia, 1942)


Hay ya un largo debate, actualmente en declive, sobre la obligación del mundo desarrollado hacia los países pobres, denominación que prefiero a la jerárquica de tercer mundo. Si se entiende obligación como la acción de pagar una deuda su sentido desborda el moral para adentrarse en terrenos económicos, organizativos, institucionales, que no califico de técnicos porque en ellos persiste su raíz mora. Por hablar de algunas obligaciones, sin ánimo de exhaustiviidad:

1) obligación ‘económica’, de recomponer o garantizar el equilibrio y competencia en los mercados exteriores para permitirles concurrir en condiciones lo más similares posibles a nuestros productos y servicios. Por eso decía que hay que suprimir las subvenciones agrarias o el oligopolio en los mercados financieros y de materias primas para que los precios que éstos fijen puedan remunerar la producción y, sobre todo, reducir la incertidumbre de las decisiones económicas. La volatilidad de los precios del café, cereales, minerales, impuesta por agentes oligopolistas que intervienen en mercados de competencia imperfecta, impide que los productores agrarios de los países pobres sepan si les resulta rentable plantar la próxima cosecha. Aquí las objeciones sobre dumping social no sirven porque se compensa (normalmente con creces) por sus mayores costes de producción y distribución debidos a infraestructuras y productividad muy inferiores.

Tampoco cabe objetar a este tipo de obligación que los pobres pueden dedicarse a otras cosas porque, en mercados cautivos por la demanda (Nestlé, etc.), los productores siempre estarán a expensas de precios y volatilidad que pueden ser inferiores al coste y en los no pueden actuar en igualdad de condiciones. Pero sí cabe matizar, y mucho.

(Manuel Alvarez Bravo, México, 1902-2002)
2
) La obligación ‘moral pura’ de asistencia al caído, como al herido en un accidente de tráfico, en tanto que seres humanos. Coincido en el caso de las catástrofes, pero sólo naturales, no políticas como son los genocidios (Camboya, Ruanda-Burundi) Aún así hay que fijar una limitación técnica y estricta a esta intervención, de modo que se dirija sólo a restablecer la situación de partida sin alterar ese equilibrio inicial, ya que un exceso de ayuda hunde en la miseria a un país pobre por introducir mecanismos que rompen los equilibrios básicos. Camboya, donde la ONU hundió su economía e hizo desaparecer la moneda por inyección masiva de dólares (los sueldos de decenas de miles de soldados y cooperantes) y Mozambique, donde el propio gobierno tuvo que pedir freno a la invasión de ONGs en las inundaciones, son dos ejemplos de cómo hundir un país y quedarte con la conciencia occidental bailando.

¿Hay que ayudar entonces en el caso de una catástrofe natural como una pandemia de sida o una epidemia estructural de malaria o tuberculosis? Este caso es distinto a un tsunami porque tiene un componente moral y otro técnico, el cual determina la respuesta: la intervención aumenta artificial y exponencialmente la natalidad, la principal causa estructural de pobreza, hambre y muerte. Luego la ayuda es contraproducente y nos llevaría a admitir sólo intervenciones en catástrofes naturales de naturaleza física y puntual.

Por lo tanto, ambas obligaciones son de una misma naturaleza moral y con un mismo objetivo que es, a su vez, el límite que marca la intervención: la creación o restablecimiento de equilibrios, de condiciones de igualdad, de mercados internacionales en el primer caso y físico-económicas internas, en el segundo.

Al restablecimiento de los equilibrios básicos locales añado un segundo criterio que determina la conveniencia de ayudar: la estabilidad. Es decir, intervenciones que contribuyan a tasas sostenibles (en relación a los recursos disponibles) y correlacionadas de crecimiento económico y de población. O sea, el control de natalidad, el gran olvidado hoy de la cooperación al desarrollo y factor crucial que ayudó a la India y China. La alternativa al control de natalidad es un nuevo malthusianismo, que es en lo que se está, disfrazado vergonzantemente de solidaridad.

En resumen, equilibrio y estabilidad como criterios de ayuda, más cerca de lo técnico que de lo moral en su alcance, a fin de limitar la intervención y evitar la compulsiva moda de la solidaridad que ayuda a la miseria.

25 de mayo de 2006

Nación y Estado

(David Lachapelle, 'Britney Spears Hot Dog Vendor', San Diego 2000, © by David LaChapelle)


1. España es una nación (supuesto)
2. Una nación se compone de geografía, historia, cultura, instituciones convertidas en usos y costumbres, relaciones, sentimiento colectivo, símbolos, identidad frente a terceros.
3. El Estado organiza y gestiona esos elementos en competencias y a través de varios modelos posibles: centralizado, desconcentrado, descentralizado.
4. Cualquiera de los elementos que componen una nación es común a sus miembros y, por tanto, no exclusivo de ninguno. Luego las competencias –titularidad jurídica de esos elementos- son propias del Estado y comunes a sus partes.
5. Por tanto, ninguna de las partes de la nación puede atribuirse la competencia exclusiva de alguno de sus elementos, ya que la y lo sustraería al resto.
6. Es naturaleza y función del Estado la gestión de esas competencias; luego es su responsabilidad evitar la tentación de atribución exclusiva por alguna de sus partes. Las Comunidades Autónomas son Estado.
7. El flamenco, la sardana, el jamón de Guijuelo y una playa son manifestaciones de una cultura común o accidente de una geografía, pero no son partes independientes de tal cultura o geografía. No son el elemento del que forman parte ni la competencia que los organiza. El ejercicio de las competencias correspondientes a cultura y geografía son:
a) ordenación y gestión cultural (y sanidad alimentaria para el jamón)
b) ordenación del territorio, urbanismo y medio ambiente.

8. Luego la titularidad y gestión del flamenco, la sardana, ese jamón y una playa son parte de su correspondiente competencia que, a su vez, no es divisible, aunque sí se puede compartir en un modelo descentralizado.
9. Las competencias exclusivas son una incongruencia en un Estado-nación (q.e.d)
10. Tener que recordar obviedades cansa pero obviarlas puede llevar a la extensión del día del orgullo friki en el calendario.

22 de mayo de 2006

Proceso de descolonización

('Andy Warhol and Jean-Michel Basquiat', Photo by Halsband, 1985)


Los fines de semana los periódicos orgánicos son un bálsamo para el lector mesocrático. Cansado de la tensión laboral, se entrega confiado a la paz que transmiten. Sale a comprarlos como quien va al refugio y al leerlos se le abre un cielo espléndido, rotundo.

Empezó ayer Joan B. Culla i Clarà -no juegues con el nombre de la rosa, niño- con su catálogo de “Verdades y mentiras” (El País, 20 de mayo de 2006), en el que nos dice: “...las perspectivas abiertas por el cese de la actividad de ETA”. No hay nada más tranquilizador que mantener el negocio cambiando de actividad. El lector tendero ve actividad mercantil, no violenta.

Continua hoy el analgésico de conciencias con la noticia del día: “Dirigentes de Batasuna se están adiestrando en Suráfrica en estrategias de negociación política con vistas al próximo diálogo para acabar con la violencia de ETA en Euskadi” (El País, 21 de mayo de 2006) Confirma que el país, el nuestro, es un almacén de coloniales a descolonizar de conflictos políticos, el cese de la actividad: “... y recibir instrucción sobre negociaciones para poner fin a conflictos violentos.” Tras la instrucción militar recibida en los campamentos de Argelia llega la leva para la instrucción civil.

La internacionalización del conflicto que empezó con la apelación a Francia por el comunicado de cese de la actividad de ETA, siguió con el apoyo del secretario general de la ONU en declaraciones hechas con el presidente del gobierno y continua con el argot ONU para países descolonizados: resolución de conflictos, operaciones de reconstrucción y mantenimiento de la paz. Ahora se demuestra el carácter internacional del proceso español por el patrocinio del surafricano: “Del medio centenar de procesos de negociación que se han llevado a cabo desde el final de la guerra fría, uno de los primeros, y quizá el más ejemplar, ha sido el que condujo a Suráfrica de la tiranía y la violencia a la democracia y la paz.”

Nuestras fases próximas de la resolución del conflicto se desvelan en el apartado que el periódico titula “Un proceso ejemplar”:

(John Baldessari)

1º) Presos, suavemente políticos, y negociación: “El primer paso fue la excarcelación de prisioneros del partido de Mandela (...) La clave de su estrategia fue vincular su excarcelación... a un compromiso del Gobierno para iniciar un proceso cuyo objetivo sería una solución negociada al conflicto”.

El inicio del proceso por parte de nuestro gobierno ya tiene fecha y tono, el monocorde de evitar la polémica: “Por otra parte, el presidente del gobierno... intentará acordar con el líder del PP... la fecha y el formato de su comparecencia en el Congreso [antes del 18 de junio] para anunciar el diálogo con ETA. Zapatero...desea rebajar al máximo la polémica en ese debate.”

2ª) Legalización de Batasuna: “El primer compromiso que obtuvo Mandela y que el Gobierno cumplió, fue la legalización del CNA.”

3ª) Mesa de partidos: “A las pocas semanas se reunieron en una mesa tiranos y terroristas... y de ahí se avanzó a la formación de una mesa de partidos cuyo objetivo fue forjar una nueva Constitución.”
Con el gobierno entrenándose, los precedentes: “Y mientras las negociaciones formales se llevaban a cabo en la mesa de partidos, de manera paralela, el Gobierno nunca dejo de reunirse – a veces de manera abierta, a veces en secreto- con el CNA.”

4ª) Ilegalización de partidos remisos: “Sólo los grupos más radicales de izquierda y derecha se abstuvieron”
Y los accidentes del proceso, incómodos pero secundarios: “Los brotes frecuentes de violencia, inspirados en gran parte por grupos de derecha vinculados a elementos siniestros dentro de las fuerzas de seguridad surafricanas, complicaron el proceso negociador.”

5ª) Con resultado feliz, gracias al compromiso de los participantes: “Todos los participantes cumplieron los compromisos pactados y hoy Suráfrica, el país económicamente más potente de África [ya lo era antes, con mayor diferencia], goza de una estabilidad política nunca vista desde la llegada de los primeros colonos europeos en 1652.”

La infamia es una cola líquida que se filtra entre las rendijas del estado democrático para sellar la razón política.

21 de mayo de 2006

El espejo tragón

(Ley Espejo de muerte. Ilustración de Matiz para 'Prensa Rural', Colombia)


Llegan con El País del día las nuevas instrucciones sobre protesta y disidencia, sobre conducta política juvenil y sus contraindicaciones sobre el resentimiento adulto del enemigo: “El resentimiento ha pasado de ser una rumia a un rasgo de elitismo taciturno, muy característico de una cierta intelectualidad ex progresista, aquella que al interpelar a otros no se sabe si acusa a su sombra pasada o al espejo tragón del que habló Gómez de la Serna.”

El espejo sobre el que escribe el articulista es tan tragón que pretende reflejar el sentido correcto de la opinión y su contrario, acaparando en su almacén de cristalero las existencias de etiquetas políticas para la integración social: “La Intelectualidad Taciturna y la Conferencia Episcopal llegan así a un parecido dictamen: toda la culpa es del progresismo”. Cuenta el tendero de intenciones con un proveedor ideológico, Juan Cueto, de quien no consta que conozca su contrato: “Su denuncia de que en la Red, en España, hay un fenómeno insólito en Europa: el predominio del pensamiento ciberfacha”.

Aboga Manuel Rivas por una juventud sana, el viejo reclamo de una juventud dedicada a confirmar el mundo limpio y diáfano de reniegos del cristalero. Su salud se mediría por el termómetro de su capacidad de protesta política en línea y on line, o mejor, de su alineación actualizada con la protesta política de su época que tanto añora el cristalero: “¿Existe un contrapunto? Sí, los cientos de blogs de gente joven, alternativa, que se reúnen en wikimedios, nuevos ateneos de la Red. De ahí han surgido las convocatorias a Sentadas por una vivienda digna y contra la especulación inmobiliaria.” Movimientos de gente aseada. Alternativa, la palabra mágica y limpiadora, el salfumán de intenciones.

Este es un caso más de impugnación antifranquista de la crítica; en su condena a galeras de tristeza de cualquier objetor se hurta el bulto al debate: “Si la juventud es como es, dice el intelectual taciturno, se debe al fracaso progresista: en educación, en valores, en cultura. Tantas facilidades, tanta libertad, ¿para qué?” Y se apropia de la libertad para expedirla al por mayor desde su tienda, con un viajante de comercio citado con ironía pero que arrasa al articulista como un lapsus: “Ya lo anunció en su blog Marcelino Menéndez Pelayo: ‘Aunque no sean muchos los librepensadores españoles, bien puede afirmarse de ellos que son de la peor casta de impíos que se conocen en el mundo’”.

Por último, se incluye la posología de velocidad de la conducta y la dosis de exotismo justa que homologa al buen joven: “Wiki es un término que procede del hawaiano y significa rápido. ¡Wiki, wiki!”El cristalero impone el ritmo y cambia de oficio a relojero. Pero es el mismo Gómez de la Serna quien se rebela y le dice al columnista: “Aquel tipo tenía un tic, pero le faltaba un tac; por eso no era un reloj.”

Y hombre de reflejos como era, vuelve ágil Ramón a hablarle de ritmos al taciturno: “Como daba besos lentos, duraban más sus amores”. Eternos los de Manolito.

20 de mayo de 2006

Antifranquistas vitalicios

(Michael Hasband, 'Blue Man Group', 1991)


“Recuerdo que en mis gloriosos tiempos de heroico luchador antifranquista (ahí queda eso)...” (artículo de Vicente Jarque, ‘Levante’, 19 mayo 2006)

Lo admirable del antifranquismo es su vigencia y su influencia. El desparpajo que da la salud y la nómina.

Si yo hubiera sido antifranquista no lo diría, porque se lucha contra una dictadura de oficio, cuando es por una democracia y, conseguida ésta, ese pasado obvio del demócrata se disuelve en la discreta elegancia del silencio. También se puede haber sido antifranquista como partidario de una dictadura simétrica, en cuyo caso hay que seguir pregonándolo porque la democracia resulta inhóspita y el objetivo totalitario eternamente lejano. Con reconfortantes triunfos parciales, eso sí, sobre todo culturales. Como cuando un consejo de administración y su cuota consorte canta l’Estaca para aglutinar a un pueblo. Tranquiliza la travesía de su desierto ideológico.

El tiempo del antifranquista de guardia es el presente continuo y necesita la medalla retrospectiva como título que le exima de la contrastación pública de sus pregones con la realidad, de la crítica de terceros, o sea de la misma política. También le excusa de analizar, de pensar, aunque su objetivo último no es acomodar su páramo personal sino conseguir que la política sea un reflejo pavloviano de sus consignas, de sus reacciones, un espejo de su añoranza. Una relación especular con los demás que no quiere dejarnos más sitio que el coro de sus marchas militares.

Cuando la generación Petit de antifranquistas adoptó a ese intelectual suplente para llenar las alforjas vacías que había heredado, pareció una promoción de ascenso de un nuevo republicanismo. Pero hicieron todo lo contrario, licenciaron al prestamista de refritos y se acogieron a baldío ideológico. Volvieron al filón de sustituir el pensamiento por la emoción, el matiz por la reacción, el debate por la certeza y el riesgo de la política por la póliza de seguros de la memoria histórica.

Fue ingenuo pensar que el antifranquismo tenía fecha de caducidad, que muerto el perro se acabó la rabia. Eso era lógica política, otro país. El antifranquista es una especie que se renueva con nuevas generaciones, una licencia vitalicia para convertir opiniones ajenas en disidencias, una fábrica a pleno rendimiento de cultura popular. Se ve en las series de televisión, en la publicidad, la pana y la trenka tuneadas en prototipos de cuota y etnia que saca cada temporada. Este tipo tan actual y orgánico de anti es un okupa del poder, con el lastre de su pasado y el vacío de su futuro a nuestras espaldas, y no le queda otra salida que arreciar en sus cantos sagrados para que no le veamos en cueros mentales y políticos.

19 de mayo de 2006

Sexualidad en San Marcelino

(Bruce Nauman, 'Punch and Judy II Birth & Life & Sex & Death', 1985, ©1997 The Museum of Modern Art, New York)


El experimento se ha hecho en un instituto de barrio, en Valencia, y consistía en que 18 alumnos explicaran su sentido de las relaciones sexuales “ante tres profesionales sanitarias que hacen el papel de educadoras itinerantes en escuelas e institutos” (Fuente: ‘Diario ADN’, cabecera adecuada al tema) El objetivo del programa era “aclarar a los jóvenes las dudas que les puedan surgir en un tema que la sociedad ha considerado habitualmente como tabú y que parece que aún lo sigue siendo” Es decir, parten con ventaja porque no tratan de informar –“aclarar dudas”- sino de desmitificar el tabú, las sanitarias demiurgos.

Lo hacen con métodos participativos e interactivos: “la sesión, planteada para que la comunicación sea recíproca…” ¿Qué será entonces la comunicación unívoca? ¿Dictado, información? Se confirma que no van a informar sino a procurar la comunión de los acólitos.

La pregunta era “qué entendéis por sexualidad” y la posible respuesta debía concentrarse en una sola palabra, con los siguientes resultados: coito, masturbación, placer, cariño, complicidad [ya se adelanta el desenlace]. Y ahora llega la noticia q.e.d del periódico: “La diferencia de perspectiva entre chicas y chicos [¡ese orden gramatical!] se hizo patente en las respuestas. Ellos tienen una visión muy genitalizada de las relaciones [relaciones, pudor de lo pudendo] ‘Dan mucha importancia al tamaño del pene’ Ellas, en las relaciones se decantan más por el cariño y las caricias. Los estereotipos [sociales] en este sentido, se cumplen”

El viejo tabú, la sexualidad, es sustituido por el femenino y también veterano de eludir la asociación, el vínculo obvio entre sexo y comportamiento sexual y amoroso. Este es el verdadero estereotipo que se quiere grabar sobre los adolescentes, ellos tan lascivos -¡sé cómplice y cariñoso, no te masturbes!- y ellas tan sensibles y sociales, patrón y cauce de fogosos. Nada nuevo; se ve que sigue vigente la cartilla de racionamiento de la penetración.

18 de mayo de 2006

Registro de conductas (stop accidentes)

(Jeff Brows, 'Mohawk, Delano, California', 1989)


La obsesión del poder por nuestra salud, que es su longevidad, le lleva a procurar que descansemos en paz con vida larga y libertad corta. El ambulante Pere Navarro extiende las competencias de tráfico a la salud, la sorpresa, los sentimientos y la soledad:

1) “Tráfico quiere impulsar la instalación de 'cajas negras' en vehículos de infractores” (El País, hoy)
2) ‘Tráfico’ ya no es un departamento administrativo que se cite con sus modestas siglas sino la expropiación de la circulación privada. Y, como ser colectivo, total, tiene voluntad, ‘quiere’: “Tráfico quiere que la Unión Europea retome el proyecto de instalar … en vehículos de infractores cajas negras … para que las incidencias queden registradas …, y actúe como "elemento de disuasión".
3) A la disuasión acompaña la compasión: “El director de Tráfico, Pere Navarro, también pidió ayer en el III Foro contra la Violencia Vial, …penas alternativas a la prisión, como el trabajo en hospitales o asociaciones de víctimas”.
4) Y la socialización oficial de la víctima: “El foro redibujó el panorama del drama de los accidentes. Y en primer plano, las víctimas y sus familias; su soledad. ‘Nosotros no existimos oficialmente’, se quejó la presidenta de Stop Accidentes”
Estas víctimas van sustituyendo lenta y legalmente a las otras. Stop Accidentes es la nueva consigna del poder, el horizonte común a procesos viales y de paz. Sólo hay una vía para evitar los accidentes, que nos quedemos quietos, o sea, stop ciudadanos.
5) Con un rally final: “Algo debió llegarle a Rubalcaba -que comparecerá en breve en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso-, porque, como el acto transcurría en su ministerio, se presentó por sorpresa y prometió un final de legislatura intenso en seguridad vial". Hasta la sorpresa se ha confiscado; la única que se admite es la aparición del ministro.

16 de mayo de 2006

Invasión de memoria

Un coro exclusivo en cóctel oficial entona ‘Me olvide de vivir’ con música y letra de ‘Te recuerdo Amanda’. Celebran la imposibilidad de olvidar su falta de pasado glorioso. La anfitriona dirige la invasión de la memoria de las congregadas con una dosis de épica retrospectiva que no consigue ocultarles su íntima desazón por haberse olvidado de sentir por si mismas. Víctor Jara contempla mudo el baile moral de disfraces hechos con los jirones de cadáveres que nunca estuvieron en un cóctel presidencial. Aunque hubieran sobrevivido. Esas ruinas son ahora diseño y cambalache.

(Víctor Jara, por Cabaret Voltaire, 1987)

En otro lugar se interpreta la primera sinfonía de Mahler, lo que hace asomarse a Leonard Bernstein por una esquina de la historia y recordar al coro: “Sólo después de cincuenta, sesenta, setenta años de holocaustos mundiales, de simultáneo avance de la democracia unido a nuestra creciente impotencia para eliminar las guerras, de magnificación de los nacionalismos y de intensiva resistencia a la igualdad social, sólo después de haber experimentado todo esto a través de los vapores de Auschwitz, de las junglas asoladas de Vietnam, de Hungría, de Suez (…), sólo después de todo esto podemos, finalmente, escuchar la música y entender que él lo había soñado ya”. En esta obra Mahler hace una marcha fúnebre de una canción infantil –‘Frère Jacques’- para mostrar el drama interior de su música.

(Retrato de Gustav Mahler, acuarela de Jonathan Kulp 1991)

Mientras tanto, el coro emprende la operación inversa, hace de una marcha fúnebre real -el golpe chileno- su particular drama interior, sin más salida que arreciar en sus cánticos para fabricar memoria. Saben que se les olvidó vivir pero creen que pueden recuperar una juventud heroica si consiguen imponer la imagen mítica que cantan a los que están en la calle, ajenos al oropel.

El invitado memoria y el excluido lucidez han evocado por alusiones la última cena familiar que Sándor Márai celebra en 1944, en la Hungría ocupada. De los once comensales su único pariente nacionalsocialista le dice airado: “¡Yo soy nacionalsocialista ¡Tú eres incapaz de comprenderlo porque tienes talento. Yo no tengo talento, así que necesito el nacionalsocialismo. (…) Ahora se trata de nosotros, de los que no tenemos talento. ¡Ésta es nuestra oportunidad!”

Esas palabras significativas, ese cóctel significativo, las dos músicas sentidas –Amanda como engaño, Mahler como tragedia- expresan la verdad de sus vidas y, por reflejo, de las nuestras. Avanza la invasión ideológica y emotiva de nuestra memoria y necesitamos una respuesta que la venza, una ilustración que ofrecer a los espectadores que necesitan creer en mitos ajenos para ignorar su ruina.

Violación especulativa

El País titula hoy la noticia de una violación así: "Historia de un ultraje en México"; subtítulo: "dos activistas españolas, expulsadas del país latinoaméricano la semana pasada por participar en una protesta social, denuncian que fueron golpeadas y vejadas por la policía."

El tema, que toca hoy Arcadi, es especialmente delicado, tanto que son dos trenes rigurosamente vigilados por la corrección política, el primero, la violación, de alta velocidad, el gran tabú, el único delito para el que la izquierda pide pena igual o superior al daño cometido (y para cuyos delincuentes sus psicólogos y expertos niegan posible rehabilitación); el otro, un tren de largo recorrido histórico, la especial protección que merecen los occidentales dado el superior valor que se otorga a sus vidas. A su vez, la violación está unida al mito de la virginidad, común a casi todas las culturas por estar asociado a la selección de la especie.
(Cindy Sherman, 'Untitled #188', 1989)

Leído de cabo a rabo el reportaje, la noticia de la violación no aparece en el titular, ni en la entradilla ni hasta el último tercio de la crónica y lo hace mediante una contundente conclusión del periodista: "Las dos barcelonesas no denunciaron la violación que sufrieron." Si hubo violación, ¿por qué hay que rastrear tal hecho en la larga crónica? En las declaraciones de las chicas tampoco aparece; sólo hablan de "abuso sexual"

Con independencia del hecho hay una clara tendenciosidad en el relato, no tanto por estar cargado de sangre y brutalidad policial sino por conducir al lector a la violación por deducción, no por información directa y expresa. Y la noticia es lo suficientemente grave como para no distraerla en un mar de tópicos previsible, desde el subcomandante Marcos hasta las onegeras valientes y de causa justa -lo que se cuela de rondón- que acuden raudas a esperar "en las barricadas el embate de las fuerzas del orden..."

Visto esto, la circunspección del tratamiento informativo del que habla Arcadi parece una clara ironía y su denuncia de la utilización de lo general –mujeres y objetos- como particular, acertada. Hace una buena disección pero con guantes, puede que de cirujano –"la cuestión principal son los detalles"- o de esquiador fino –"Vamos a ver, vamos a ver.."

15 de mayo de 2006

La melancolía de Cansinos-Assens

(Rafael Cansinos Assens, 1883-1964)


La melancolía en Cansinos-Assens es de guardia, no adquirida. Forma parte de su carácter, del que derivó una visión del mundo, la de la madurez eternamente retrospectiva de un ideal, no de la juventud, y de su circunstancia personal esquizofrénica, la de judío católico. Su estilo al escribir es más nostálgico que melancólico, de ahí su estética a veces rubeniana que, al apagarse, se queda en prosa florida. Si se consigue desbrozar su importada -y, a veces, impostada- prosa modernista se obtienen imágenes de gran belleza, curiosamente muy reales, lo que demuestra su condición de idealista desengañado:

“Caminábamos detrás de las mujeres y nuestros tobillos crujían ya de fatiga, como crujen las varas de los cardadores.
Y como nos sentíamos fatigados, nos detuvimos en una esquina como las rameras; y ante nosotros ellas seguían pasando a raudales, como cohetes encendidos a manojos, y a pesar de nuestra fatiga todavía nuestros cuellos se tendían tras de ellas hasta crujir.
Y entonces uno de nosotros dijo: ‘Hasta cuando, ¡oh amigos!, hemos de correr tras de las mujeres?’”
(‘La victoria de las mujeres’, “El candelabro de los siete brazos”, 1914)

Era consciente de la trampa del estilo y de cómo la vanguardia artística podía convertirse en refugio acomodado por el prestigio literario. Supo que el modernismo tuvo un componente de amaneramiento del naturalismo, pero no quiso hurtarse a su estética. La estética es la última trinchera que le queda al melancólico. Un continuo deseo de huir de esa estéril postura, que no conseguiría y tendría que transformar en fantasía, le lleva a la frustración, lo que compensa con acertadas descripciones de sentimientos colectivos, como el nacionalismo:

“Alef
A través de nuestra inercia habitual, pensábamos en los nuevos países, más turbadores
que los trajes nuevos, en donde la vida tiene el inicial misterio de la pubertad: (...) y nuestro corazón se ensanchaba como el de los enfermos crónicos que sólo tienen la esperanza de un viaje para su antiguo mal.
Semejantes a enfermos crónicos que miran con alegría cuanto se aleja y corre, excepto el tiempo, y quisieran huir del lugar en que sufren, así mirábamos a los que se alejaban...

Beth
De buena gana nos hubiéramos ido tras de ellos, pero, bajo el peso de la inercia que nos aprieta el cuello, sentíamos nuestros pies más fijos en la tierra que las raíces de las retamas y nuestro cuerpo se retorcía con la rigidez de un arbusto, hacia los paisajes entrevistos.
La inercia, la inercia, más pesada que un madero, la inercia hecha de todas las cosas pasadas, como un presente constante y abrumador gravitaba sobre nosotros, y temblábamos como el eje de un carrusel de cuyas vigas colgasen góndolas y calesas cargadas.
Góndolas y calesas en las que marchasen nuestras costumbres y nuestros vicios disfrazados de cortesanas, entre el griterío de los deseos.
¡Y pensábamos; eternamente hemos de soportar esta carga, sin que podamos evadirnos!”
(“El candelabro de los siete brazos")
Promotor del Ultraísmo en Madrid a finales de la década de los años diez, le debemos el propio término ultra, que aparece ya en el primer manifiesto ultraísta de 1918: "Nuestra literatura debe renovarse, debe lograr su ultra" Sin embargo, el freno vital que significaba su melancolía impidió que su estilo entrara de lleno en las vanguardias.

14 de mayo de 2006

Periodismo natural

("Radium and Beauty," New York Tribune, Sunday November 10, 1918)


Hay un tipo de periodismo con vocación de catequesis, de creador de opiniones hegemónicas, que cuando ve en peligro sus dogmas recurre a la supuesta condición natural de los hechos que secuestró como opinión pública. Ese recurso a la naturaleza no es estación de término sino maniobra para modelarla a su gusto. La operación de salvamento de la naturaleza por el periodismo tiene como premio añadido capitalizar la opinión contraria a la creada en su momento, confirmando así la intención totalitaria del manipulador.

Este periodismo siempre utiliza la naturaleza y el pueblo como pruebas objetivas de lo irrefutable de su información, ocultando el clamor de opinión que destila. El periodismo natural camufla la opinión como categoría de hecho incontestable, necesario, útil, cuando el dogma que aquélla creó hace aguas.

Nucleares no y la ya larga molestia de Bush y Blair presidentes son dos viejos dogmas que El País de hoy quiere revertir en naturaleza para mostrar su capacidad de mutación y mantener su propiedad. Necesidad adornada como utilidad en el caso de las centrales nucleares y fatalidad democrática de la reelección de Bush y Blair a la que el pueblo ajusta las cuentas.

Energía y democracia son los hechos que hay que rescatar de la naturaleza cuando se desvían para devolvérselos al pueblo, lo que es tarea del intérprete:

Nucleares no, pero... ¿hay alternativa?” A la angustia que al lector socialdemócrata le producen las nucleares su diario de salón le ofrece la tranquilidad dominical de conciencia presentándose él mismo como alternativa a posturas ofrecidas como extremas y residuales: “¿Deben cerrarse las ocho nucleares que funcionan en España, como reclaman los ecologistas, o debe prolongarse su funcionamiento más allá de los 40 años de vida útil y abordar la posibilidad de construir nuevas plantas, como sostiene el Foro Nuclear?”

Ese fallo de la naturaleza que fue la reelección de Bush es ahora corregido por el pueblo, salvador de catástrofes: “George W. Bush se derrumba en caída libre.” La asociación del batacazo con el cataclismo: “Su debilidad, cuya tendencia arrancó con el huracán Katrina...” Y la venganza del pueblo por la ignominia moral de los presidentes enemigos: “El artífice de la guerra de Irak, el presidente de EE UU, George W. Bush, y su principal aliado, el primer ministro británico, Tony Blair, atraviesan uno de los peores momentos de sus carreras políticas. ¿Se puede caer más bajo? Siempre es posible, pero no es fácil que George W. Bush tenga menos del 29% de respaldo que esta semana le da el sondeo de The Wall Street Journal. ¿O el presidente menguante no tiene límites?”

¿Se puede caer más bajo? Siempre es posible y el periodismo menguante tiene escuela para emprender este camino con garantías de éxito: El precedente del chapapote y el patrocinio político del movimiento de liberación natural ‘Nunca mais’ nos enseñaron cómo la gestión periodística de la naturaleza es rentable políticamente.

Del mismo modo que el derecho natural basa la justicia social en el derecho de propiedad, el periodismo natural legitima su opinión y su vocación hegemónica presentando los hechos como naturaleza a someter y rendir en nombre de su acólito, el pueblo. La opinión como naturaleza, cuyo derecho de propiedad gestiona el diario independiente de la mañana en concesión vitalicia del pueblo.

10 de mayo de 2006

Reducción de CdC al tomillo de pelo

(David Lachapelle)


La noticia de El País sobre la presentación de CdC en Madrid se expone en forma de entrevista falsa del vampiro al payaso intruso en política:

El éxito de un payaso: “Albert Boadella llenó ayer hasta los topes el teatro Reina Victoria de Madrid”,
en el estreno madrileño de su nueva obra: “Estrenaba su nuevo partido, Ciutadans de Catalunya”,
una extravagancia más de incordio: “que será uno de los que promoverán el no en el referéndum del nuevo Estatuto catalán”,
gratuita, por joder y figurar: “Boadella explicó su motivo para meterse en política: "…por competencia desleal”,
de un bufón ajeno a la política: “Porque la farsa y la mascarada son mi terreno, y la política debería ser el arte de la sensatez" [Boadella] “Ahora en Cataluña, según él, no lo es. Se presentó como ‘bufón’” [El País]
con sus conocidos gags: “…dijo que su "tribu" tiene un problema: ‘Ha enfermado’”,
que celebró su público: “Su público se hartó de reír”,
salvo cuando se metió en historia y política: “Salvo cuando dijo que "la República de Weimar también enfermó y cayó en el nacionalsocialismo". Ahí sólo aplaudieron”,
con los secundarios de la función, su claque: “Junto a Boadella, presentaron Ciutadans Fernando Savater, Jon Juaristi, Rosa Díez, Francesc de Carreras y Arcadi Espada”,
y su nueva coreografía: “Todo precedido por un vídeo humorístico de cómo se extendió la "enfermedad" en los últimos 30 años en Cataluña”.

La ‘enfermedad’ diagnosticada por Boadella y despreciada y celebrada por el enfermo. Burdo error de EP el intento de ocultar CdC tras la genialidad de un cómico al que se presenta como payaso extraviado.

Al limitar la crónica a Boadella se hace una reducción de CdC basada en la asociación entre nuevo partido político y payaso. Y se presenta este proyecto como una fantasía de éste en contradicción con la realidad catalana, sembrando la especie de partido frívolo.

Accidentes de tráfico y terrorismo.

(Bruce Naumann, 'Welcome - Shaking Hands', 1985)


Dice
Juanjo Jambrina, citado por un Arcadi Espada: “Los vascos viven el terrorismo como viven los accidentes de tráfico: algo que solo importa si te afecta.”

Con un notable agravante: la vida del conductor se puntúa con el carnet y su libertad y prestigio social crecen o menguan; la nueva vida del terrorista sólo puede cotizar al alza, es un valor seguro. El público huye del conflicto y por eso se reprime con severidad el accidente de tráfico y se premia con discreción política al bandido que ofrece resolver su conflicto creado por él pero creído por la mayoría.

La normalidad es la obsesión y el accidente, el conflicto, la peligrosa naturaleza a prohibir.

En cambio la vida de los neutrales, el estudiante, el trabajador, no puntúa, no se somete a competencia: para el estudiante, promoción automática, para el trabajador, absentismo laboral tolerado. Para el padre de familia, sí puntúa, negativamente: concilia o escóndete; hazte madre o disuélvete.

Hoy crea más alarma social –decretada y medida por el poder- un accidente de tráfico que una bomba de bajo riesgo. Precisamente, la calificación de ésta como accidente que hizo el presidente muestra la nueva categoría administrativa –neutral- en la que se incluye el terrorismo de baja intensidad. Y su denominación de bajo riesgo es porque éste se ha trasladado a la carretera. Se detiene al conductor que fuma pero no al gamberro que quema la tienda del oponente político.

La tendencia es que el infractor de tráfico sea más perseguido legalmente y peor aceptado socialmente que el terrorista en jubilación anticipada. El primero nos asusta y el segundo nos consuela y tranquiliza.

9 de mayo de 2006

Crónica rosa de nicks valencianos

(El escuadrón de la muerte haciendo país con los colorines, inocentes)


El sábado 6 de mayo se congregaron en Valencia varios nicks mediterráneos, al olor de una sabrosa caldereta de arroz con marisco, que no de ningún ideal, prosaicos y sensuales como son estas criaturas. La crónica rosa del evento desvela secretos largamente guardados en el Nickjournal, que ahora se descubren en beneficio del buen nombre del blog de Arcadi. Queremos saber:

1. Oficios de prestigio para nicks raros. La llamada de sirena hecha por un tal Bart se hizo verbo con las presentaciones y con ellas llegó el primer escándalo: los nicks se dedican a ocupaciones variopintas que nada tienen que ver con la seria, reflexiva, intelectual imagen que pretenden dar con sus sesudos post. Montano es echador de cartas con programa propio en un canal comarcal de proyección universal, vía satélite. Alumno aventajado de la pitonisa Lola nos reveló un futuro sin peluca para todos. César, apuesto adonis, es un gigoló de éxito que rinde embelesadas hembras de postín; “sus prestaciones son de una extraordinaria generosidad”, testificó una enamorada espontánea que por allí se arrimó. Viejo Casale es chamarilero de costumbres y personajes locales, rastreador sioux de barrios perdidos y exhibicionista ocasional sólo ante celebridades del corazón; muy selectivo, no se prodiga. Procopio es vendedor ambulante de comic manga envueltos en biblias de filo dorado a la puerta de plazas de toros y parroquias burguesas. Por último, Bartleby ejerce de cantamañanas de día y regente de un meublé al borde de la prohibición ganado en una noche loca de bingo al gobernador militar de la plaza.

2. Noticia bomba de bajo riesgo: Quitadas así las caretas, evaporados de repente los prestigios, nadie quiso ocultar nada más. Hubo barra libre de confesiones y uno de ellos –adivine quién el lector en las afotos que adornan este libelo- se reveló transexual. Veraz noticia de blog que dejó mudos a los concurrentes, prorrumpiendo en repentinos apoyos para salvar la tensión del momento y la vergüenza del convocante. Se ofreció al perverso vino de urgencia, ayuda psicológica de proximidad, operación de vuelta practicada por partes, cada nick precipitándose a las pudendas, pero se resistió, quedose tal y no hubo nada. Confirmada esta correcta decisión de género, no oculto que nos pusimos a soñar posturas pintureras con el nick de marras.
Especulen, especulen, pero no literalmente.

(En un momento de relajación, tras el susto, Caesar acomete, ¿quién es él/ella?)

3. Círculo virtuoso: En ésas andábamos cuando Bartleby cometió acoso sexual técnico sobre Procopio, percibido –con envidia- por César, jadeado con fruición por Casale y consumado con firmeza por Montano, en hábil maniobra hacia el descarado que inició esta ronda. Inútil fue el mohín de ‘preferiría no hacerlo’ esbozado por Bart. El seductor burlado. Guardo una huella tersa, imborrable, de la acometida que poblará todos mis sueños. Impetuoso Montano, un caballero, doy fe.

(Montano y Bartleby, en los preliminares del hermanamiento)

4. Donde se da noticia del Proyecto Gran Valencia: resuelto el embrollo por la fulminante iniciativa del nick decano, cautivo y estrenado Bart, sucedió el inevitable debate político y apareció la tercera sorpresa, la aprobación por unanimidad del proyecto Gran Valencia, región de sabor ferroviario vertebrada por el tranvía regional, los trenes de cercanías, las verbenas populares y los concursos de paellas. Su sede será ambulante, o sea Casale, su logo la alcachofa e incluirá de rondón a Cataluña. Broto en un brete. César, como árbitro neutral entre rivales regionales, diagnosticó un escuálido 1,6% de diferencia génica entre el resto de comensales; Casale informó de otro tanto de diferencia escénica entre catalanes y valencianos vecinos de las locales ‘Casitas rosas’, según los pisos, lo que acreditó la inmediata integración de Cataluña en esta nueva realidad racional.

Con esta ilusión y muchas y sabias copas de más se fueron los descarriados al meublé de Bart, donde se disolvieron en la penumbra y sus promesas tan extraños y tiernos personajes, con el bagaje de nuevas experiencias y sueños reales de cambio de sexo por montera y el gusanillo de repetir en sitio inconfesable. Se habla ya de una alianza valenciano-manchega, si bien éstos recelan del ímpetu demostrado por algunos de nuestros nativos. Lógica cautela.

(Casale y Caesar muestran el impecable resultado del hermanamiento, después de la faena de aliño de M a B, criaturas juguetonas. Retrato y retoques by Procopio)

8 de mayo de 2006

Karel Appel, el intuitivo (1921-2006)

('Nostalgia de la trompeta dulce', 1998)


Ha muerto Karel Appel, considerado el artista holandés más importante de la posguerra. Y el más iconoclasta con la formalidad y rigidez que caracterizaban las vanguardias en el siglo XX. Se rebeló contra su dictadura al despreciar forma, composición, estructura y, especialmente, reacción al movimiento pictórico anterior. Pero, sobre todo, al construir una vía sensitiva de aproximación al ser humano basada en la percepción de su circunstancia trágica y en la expresión plástica sin parada ni fonda en la convención conceptual. Esa distorsión en la representación del hombre ha sido interpretada como su particular sentido de la tragedia. Atajó hacia la figura humana extrayendo el drama de su existencia. Renovador del expresionismo clásico, fundó en 1948 el grupo Internacional CoBrA (artistas de Copenhagen, Bruselas y Amsterdam), con Alechinsky entre otros, para liberarlo del racionalismo y crónica social que lo encorsetó en la época de entreguerras.


('Hip Hip Hooray', en la Tate Gallery)

Mantuvo su línea figurativa de expresionismo nórdico por encima de otras etapas formales como el expresionismo abstracto –llamado también la Abstracción Expresiva-, éste durante sus estancias en Estados Unidos.

Su adscripción a otros movimientos como el informalismo no puede ocultar su franca utilización de colores muy vivos, brochazos violentos y técnica de acumulación de materia para reflejar paradójicamente la inocencia y las emociones básicas del hombre. Parte del secreto en conseguirlo radicaba en que fue un magnífico dibujante, como revela su ‘Marcel [Duchamp] fumando crack’. Fue un maestro en esa alquimia de confluencia entre instintos y sentidos del ser humano, entre deseos y percepciones.

Política de rebajas éticas

(Karel Appel, 'Duchamp smokes crack')


Cebarse en analizar la sinceridad e intención de las declaraciones de Otegui es errar el blanco. Una banda terrorista dedicada al asesinato en serie en un Estado democrático mata para conseguir determinados fines políticos y dosifica sus fechorías en función de la rentabilidad esperada para cada momento político. Entre la estrategia para llegar a esos fines figura la fabricación del sentimiento por el dolor ajeno, la gestión del pésame a las víctimas y el tiempo del arrepentimiento por el daño causado. Esas tres fases unidas a la negación retrospectiva de que los asesinatos eran medios –“hemos dado a entender que el fin lo justificaba todo”- forman la cadena inmoral de la infamia. Esa negación es la misma negación del asesinato, al reducirlos a frialdad sentimental hacia el vecino y errores de cálculo. Ahora Otegi da el primer paso -hemos dado a entender que el sufrimiento de los otros nos era igual”- para lograr la amortización de las víctimas (exiliados interiores) como posible obstáculo al proceso de paz. Los siguientes peldaños serán el pésame, la concesión de la medalla del dolor y las debidas compensaciones económicas a cargo del contribuyente. Hasta aquí, todo coherencia y ninguna novedad.

El problema –la indignación que sucede al estupor inicial- surge con las reacciones del gobierno democrático –esta redundancia revela ya la situación- y sus voceros al legitimar la jugada, "todo puntúa" (Patxi López), anticipar incluso las próximas cartas marcadas, "se deduce un arrepentimiento" (José Blanco) y bendecir la estrategia, “
el presidente del Gobierno ha valorado las palabras del líder abertzale”. Un guión ya escrito en el que a víctimas y oponentes sólo les queda mirar o consumir sin molestar en la temporada política de rebajas éticas. ¿Qué clase de concepción política se ha impuesto como patrón de gobierno que equipara el derecho con la oportunidad, permitiendo los réditos del terrorismo? El relativismo político, derivado de un vacío moral de amplio espectro, no tiene límites, por definición, por lo que caben todos los actores, procedimientos y fines que compartan esas pautas. El relativismo del gobierno y de la banda coinciden, por tanto, en el trueque entre medios y fines a voluntad mutua.

El famoso proceso comienza con el alto al derecho decretado por el gobierno, no con el alto al fuego de ETA. Hay que recordar que el
comunicado del gobierno francés del 22 de marzo -"Francia no comenta el comunicado de ETA ni se entromete en un asunto que concierne directamente a la soberanía española”- da en el clavo al negar que la política basada en la soberanía del ciudadano pueda verse afectada por la retirada de una banda terrorista. Sigamos con atención las inexistentes negociaciones secretas entre el gobierno francés y ETA.

(Karel Appel, 'The green kiss')

5 de mayo de 2006

Kant y Zapatero

("Seed," Gilbert & George, 1984)

No, no hay sorpresa en la asociación. Kant anticipa a Zapatero al decir “Como el camino terreno está sembrado de espinas, Dios ha dado al hombre tres dones: la sonrisa, el sueño y la esperanza.”
La sonrisa, el talante confirmado por Moraleda como su principal activo, no resuelve el conflicto sino que lo barre debajo de la alfombra. Lo recicla en comedia. Es un decorado eficaz en una sociedad que quiere ignorar problemas.
El sueño, retrospectivo de un ideal, su república utópica. Produce el monstruo de la memoria histórica, con la garantía de veracidad que le da la ley.
La esperanza, los procesos –de paz, democrático-, que sustituyen la lenta e inflexible marcha del derecho.
Tres dones que dibujan a un inquieto recorriendo sin parar el tiempo y reduciendo el pasado y el futuro a presente continuo. Por eso cualquier suceso le entra en lo previsible.

4 de mayo de 2006

Blogs y televisión.

(Douglas Gordon, 'Confessions of a Justified Sinner', 1995)

“El blog es la fuente de información menos fiable y la televisión la que produce más confianza. Esta es una de las conclusiones de un estudio hecho público ayer durante la conferencia We Media Global Forum, un encuentro donde se analiza el desarrollo del 'periodismo ciudadano'" (La Vanguardia y Agencias, 4 de mayo 2006, reseñado por el nick 'Optimista bien informado' en el Blog de Arcadi Espada, hoy)

Antes la veracidad de una noticia se basaba en su capacidad de contrastación con el hecho, con lo que la noticia no podía quedar impune, dada la proximidad del medio que la contaba al hecho. Y, también, por el código social de la veracidad –no de la verdad- que regía, pero ese es otro cantar.

Ahora, se dice que la veracidad de una noticia depende de su difusión, es directamente proporcional a su eco. La noticia del estudio citado (o el propio estudio) confunde veracidad con fiabilidad. Por eso la televisión es más fiable (mayor audiencia), pero no necesariamente más veraz, que eso es un código ético con base material (el hecho)

El blog está obligado a ser veraz por estar sometido al control más eficaz de veracidad posible, el del vecino, que es quien certifica su credibilidad o lo expulsa al infierno del descrédito y el anonimato. El blog es la vuelta al periodismo de cercanías, de cercanía a la noticia veraz del hecho. Un periodismo de proximidad también al tiempo, por tener que ser más inmediato: lo dicho en un blog caduca antes.

USA es culpable

(Keith Haring)


EE UU pierde la guerra de la opinión pública mundial:

‘El País, 30 años’, viene preparando su aniversario con una serie de grandes hitos de la historia mundial, a través de reportajes por regiones que dibujan el nuevo Muro de la opinión pública mundial con el que choca Estados Unidos, su Waterloo popular. En ese empeño el medio intenta ser mero notario del clamor público, es decir, aséptico mensajero de una opinión pública adversa, encendida y extendida por todo el mundo. Su pretensión de objetividad fracasa cuando quiere fundar las razones sobradas de tal opinión contraria (“EE UU se olvidó de su patio trasero, … la política exterior unilateral de Washington y la guerra de Irak”) Se enfanga en su misma opinión, como si la opinión fuera sucia. La opinión sólo es sucia para el periodismo de celofán y para el medio que tiene fines que ocultar.

La presentación del conflicto entre EE.UU y el mundo en forma de reportajes, con su aura de neutralidad, análisis técnico y datos estadísticos, pretende dotar de base objetiva, incluso científica, a la opinión pública así creada. En ese mecanismo, en el que el medio ejerce de ventrílocuo de la opinión, el lector se queda en simple repartidor del periódico y la misma y supuesta opinión pública adelgaza hasta quedarse de consorte guapa del aniversario. 30 años tiene mi amor, mi opinión pública mundial.

“ ’¡EE UU, has perdido!’, grita Moussaoui tras ser condenado a perpetuidad” (El País, 4 de mayo)

“EE UU pierde América Latina” (El País, 1 de mayo) “Abrumado por su despliegue en otras regiones y con un Gobierno desprestigiado, EE UU parece perder el control de su propio continente. Algunos testimonios así lo sugieren” La prueba de cargo viene, como no, de los nuevos gobiernos latinoamericanos de izquierda y de una creciente opinión pública antiamericana: “Mientras EE UU no miraba, Latinoamérica se desplazó hacia la izquierda. Hacia la izquierda clásica y hacia el populismo, …La conmoción del 11-S facilitó un abandono que venía de lejos: EE UU se olvidó de su patio trasero, …Ahora, la política exterior unilateral de Washington y la guerra de Irak, unidas a la decepción causada por las expectativas del intento de liberalización bautizado como el "consenso de Washington", se han combinado para crear una opinión pública latinoamericana extremadamente crítica con EE UU. Nunca como en estos momentos, según observadores de todas las tendencias, las dos orillas del Río Grande -el río Bravo del Norte, para los mexicanos- han estado tan alejadas”.

Los ‘testimonios’ que sugieren el error y la traición yanqui a América Latina –a toda- son confirmados por ‘observadores de todas las tendencias’, sin que falte resquicio ideológico por cubrir. Unanimidad inapelable que hace innecesaria la carga de la prueba. La prueba de cargo es suficiente si viene de gobiernos y fuentes solventes, o sea, afines.

(Keith Haring)

Andalucía, crisol de culturas.

Lo peculiar de Andalucía puede ser su historia, su cultura, su gente, pero lo exclusivo, lo “diferencial es un sistema urbano medido en clave humana”. Ese es el gran hallazgo que rompe el mito rural y folclórico de lo andaluz para convertirlo en ejercicio racional y pionero de arquitectura humanística. Del cortijo al diseño humano de ciudad gracias a la “interculturalidad de prácticas, hábitos y modos de vida”. Una imagen plástica de distintas razas y culturas tomando finos en el túnel del tiempo, casi sin darse cuenta, “dando sobrado ejemplo de mestizaje humano a través de los siglos” Otro paisaje idílico que dibuja el próximo estatuto de autonomía andaluz y que, pretendiendo superar el tipismo tradicional, lo consagra con estética y lenguaje de decorador.

El estilo de redacción, propio de un artículo de fondo histórico del Playboy, rinde culto a todos los tópicos del momento. Ahí, en la querencia por el tópico, es donde vuelve a aparecer la Andalucía que se quiere ocultar. Y en la extroversión ambiciosa que quiere tocar todos los palos, el patrimonio cultural es “tangible e intangible, dinámico y cambiante, único entre las culturas del mundo” Andalucía, faro de estatutos en promoción de ascenso.

“Andalucía ha compilado un rico acervo cultural por la confluencia de una multiplicidad de pueblos y de civilizaciones, dando sobrado ejemplo de mestizaje humano a través de los siglos. La interculturalidad de prácticas, hábitos y modos de vida se ha expresado a lo largo del tiempo sobre una unidad de fondo que acrisola una pluralidad histórica, y se manifiesta en un patrimonio cultural tangible e intangible, dinámico y cambiante, popular y culto, único entre las culturas del mundo.

Esta síntesis perfila una personalidad andaluza construida sobre valores universales, nunca excluyentes. Y es que Andalucía se asienta en un territorio que, vertebrado en torno y a lo largo del río Guadalquivir, constituye un nexo de unión entre Europa y el continente africano. Un espacio de frontera que ha facilitado contactos y diálogos entre norte y sur, entre los arcos mediterráneo y atlántico, y donde se ha configurado como hecho diferencial un sistema urbano medido en clave humana”.
(Proposición de reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía)

Votando hasta el amanecer.

(Roy Lichtenstein, 'Desesperanza', 1963)


"El tripartito y CiU, a favor de ampliar el horario de voto en el referéndum. Con el fin de fomentar la participación ciudadana en el referéndum de ratificación del Estatuto previsto para el próximo 18 de junio, el Gobierno de la Generalitat pretende ampliar dos horas el horario de votación" (El País digital, 2 de mayo de 2006)

La participación ciudadana, interpretada y administrada en este caso por el PUC (partido unitario de Cataluña), es el nuevo mito que sustituye al voto. La necesidad de vestir el santo con el voto les lleva a la trampa de ampliar el horario, celebrado con el nombre de participación ciudadana, como si de una serie de TV u comunidad de vecinos se tratará. Esta Casa es una, ruina o no, pero una.

El referéndum permanente ya está en marcha; son las encuestas que legitiman los estados de opinión creados por el nuevo estilo de gobierno. El viejo referendum, el legal, queda para la estadística, como letra pequeña del prospecto que es el Estatuto, con su posología, enfermedades que cura y contraindicaciones. Éstas, sólo para contrarios. Los resultados del referendum pasarán en 15 días a ser datos para uso exclusivo y minoritario de analistas políticos y contables. O sea, el resultado no importa porque se devuelve al sacerdote.

Hablando de enfermedades, es sintomático que un referendum constituyente de nación (o de nuevo satatus para Cataluña) se convoque sin restricciones cuantitativas que lo validen. Por ejemplo, si vota el 60% del electorado con un 60% de voto válido a favor, es decir, un 36% del censo a favor, ¿tiene el suficiente refrendo social? No importa lo 'suficiente' ni se califica 'necesita mejorar'. El Estatuto es de promoción automática.

2 de mayo de 2006

La Primavera de Barcelona.

(Praga, agosto de 1968. Nota: aunque la fuente de esta foto situa su origen en Praga, creo que es Bratislava)

Algunos paralelismos evidentes entre acontecimientos históricos pasados y sucesos actuales dan pie a la esperanza de que algún día surja una ‘Primavera de Barcelona’ que emule a la de Praga y libere a Cataluña de la monotonía en que vive. No es tan descabellado pensarlo si nos fijamos en la coincidencia –no casual, como en todo intento totalitario- entre los siguientes episodios:

”Un día, Novotny leyó en ‘Cuestiones del leninismo’ [escrito por Stalin] que se puede considerar construido el socialismo cuando la colectivización de las granjas alcanza al 90% del total de las que existen en un país. Aprovechando que el quince aniversario de la liberación de Checoslovaquia estaba cerca, decidió colectivizar todo el sector agrícola y así pudo añadir al nombre de República Checoslovaca el calificativo de socialista.” (comentario hecho por un checo en las cercanías del castillo de Praga, residencia del presidente checo, y recogido por Félix Bayón, redactor de Internacional de EL PAÍS, el 23 de agosto de1978, a su vez reseñado por el blog Blog Antología Bayón)

Y su equivalente actual: “El Parlamento de Cataluña, recogiendo el sentimiento y la voluntad de la ciudadanía de Cataluña, ha definido de forma ampliamente mayoritaria a Cataluña como nación.” (Preámbulo del próximo Estatuto de Cataluña; en su proyecto inicial hablaba también del 90%, el porcentaje obtenido en su aprobación parlamentaria [89%])

Curioso pero no casual precedente histórico e ideológico del Estatuto como proyecto de sociedad. El mismo porcentaje justo para decretar el paraíso, la comunión de los justos. La colectivización de sentimientos y voluntades que pretende el Estatuto, mucho más ambiciosa e irreversible que la socialista de las granjas, es la frontera para declarar inaugurada una nación, una comunión de fieles. Es el sacerdote –el Parlament- quien define el deseo y la voluntad de los ciudadanos, a quienes representa y sin embargo expropia su capacidad de decisión.

¿Habrá Primavera de Barcelona? La de Praga fue inesperada tras la proclamación de la república socialista, pero promovida por intelectuales, los cuales se apoyaron en un caldo de cultivo social mucho mayor del que imaginaban los dirigentes stalinistas de la posguerra mundial. Sin ánimo de ser pretenciosos, se puede ver un paralelismo en la aparición de CdC y, sobre todo, en su génesis y el actual proceso de consolidación como partido. En ambos casos, hay una mecha intelectual, un detonante institucional –la cerrazón del régimen que derivó en el nuevo gobierno de Dubcek, el Estatuto catalán y las reacciones que produce- y una base de pólvora, una ciudadanía con sed de democracia –Checoslovaquia, 1968- y de libertad y diversidad –Cataluña, 2006-.

Esa sed popular de democracia que hubo en Checoslovaquia la reflejaba el periódico Svobodne Slovo, de Praga, en junio del 68: “Si nuestros amigos soviéticos dicen temer por el futuro del socialismo en Checoslovaquia, que se den cuenta también que nosotros tememos por el futuro de la democracia en su país”, afirmaba (citado por Félix Bayón) El entonces llamado Documento de las 2.000 palabras, suscrito por un grupo de personalidades checoslovacas en el que predominaban los intelectuales, pedía que se acelerase el proceso democratizador.

Los Manifiestos, declaraciones y actuaciones promovidos por CdC pueden parecer una gota testimonial en el mar nacionalista, pero también lo fue entonces ese Documento y la famosa Carta 66: nadie, ni sus promotores, esperaban la reacción popular de la Primavera de Praga. La historia nos reserva sorpresas si sabemos esperarlas trabajando para que se produzcan.

(Alexander Dubcek, foto de Francesca Faruolo)

1 de mayo de 2006

Sociología para súbditos

(Martial Raysse, 1961, mov.: Nuevo realismo)


Escribe Arcadi Espada hoy, en su blog: "A través de una encuesta a unos cientos de personas se dice que un partido ganará o perderá unas elecciones. Un pronóstico que se verificará. A través de una encuesta a unos cientos de personas se dice que trescientas mil mujeres sufren acoso en España. Una certeza"

La encuesta sustituye al voto igual que el proceso suple al derecho.

Las encuestas, debidamente sesgadas en la formulación de sus preguntas y selección de la muestra, son el nuevo instrumento para la legitimación –falazmente científica- de los estados de opinión que crean. Pero este mecanismo es rápido hasta el punto de invertirse: primero se lanza el bulo (psicosis de acoso sexual, de discriminación laboral contra la mujer, de marginación de minorías étnicas, de accidentes de tráfico excesivos, de salud pública necesitada de tutela individual) y luego se pregunta para confirmar. El objeto de la encuesta no es nunca detectar o diagnosticar, ya ni siquiera vestir el santo, sino canonizar decisiones políticas que necesitan de un respaldo social suavemente minoritario para que sus actores permanezcan en el poder sin oposición viable.

En la última encuesta del CIS el terrorismo pasaba al tercer lugar de 'preocupación entre los españoles', bendiciendo la tregua declarada por el gobierno. Que, como toda tregua, es tierra de nadie, es decir, una suspensión legislativa y judicial. Pero no política. En la incomprensión parcial de este fenómeno radica el error del PP.