3 de octubre de 2006

Palíndromos

(Fotografía de Mona Hatoum andando por una calle de Brixton, 1985)

Ficha técnica. Título original: Palindromes. Dirección: Todd Solondz. Producción: Estados Unidos, 2004.


Palíndromos es cine porque consigue una transformación estética del mundo real que refleja y cuenta una historia con la imagen como lenguaje propio del cine. No recurre al formalismo ni es un ensayo formal; de ahí su interés. La historia que cuenta no es un análisis de sentimientos ni una crónica psicológica de escisión de personalidades. Ni siquiera se plantea el enfoque psicológico de los personajes. Tampoco es, como pudiera parecer en una visión superficial, una contraposición entre morales establecidas y marginales.

Es una atrevida propuesta contra la vieja y automática identificación del espectador con el personaje o la historia como recurso cinematográfico de motivación y fusión del espectador. Consigue –en lo que depende del director- esta separación a través de la representación de su personaje principal –la adolescente palindrómica Aviva- por parte de 7 noveles actrices y 1 actor, de distintas razas, edades y físicos. El punto de vista narrativo se traslada de la historia al personaje de Aviva y de éste a los actores que lo representan, con lo que se rompe cualquier cómoda identificación por parte del espectador con una u otra familia y los valores que representan. Sin embargo, el propio director da fe de que la utilización de tan diversos actores para el personaje central no evita cierta identificación del espectador con el mismo (pero no con los actores).

Ese recurso coloca al espectador en una inmejorable posición para analizar uno de los trasfondos de la historia: el fácil deslizamiento de cualquier persona, familia o comunidad por el ancho recorrido de la moral. Tanto la familia integrada que obliga a abortar a su hija adolescente como la familia apocalíptica cristiana que adopta niños deformes se deslizan buscando la muerte del enemigo que amenaza sus castillos, en distintas formas, con distinta intensidad, pero asumiéndola como requisito imprescindible para la supervivencia de sus miembros. Ambos son espacios simétricos provistos de ventanas al lado contrario (no oscuro, sólo oculto) de sus principios y tradiciones. Esa simetría, el palíndromo como tema principal, transmite una impresión de condena, de irremisible perdición moral del ser humano, pero la película es una exposición no una moraleja. No hay en ella sermón ni mensaje de redención.

Por lo tanto, tampoco hay propósito ni retórica de conciliación. Su historia es un travelling, una mirada continua por los extremos de distintos modelos familiares con un nexo común: el irreductible ser humano que representa el personaje de Aviva.

Notas del Director, Todd Solondz:

“Cuando creas un personaje simpático, el público desea identificarse con éste. Nadie quiere identificarse con alguien desagradable, porque poca gente se ve a sí misma de esa forma. (…) Lo curioso es cómo el sexo, la raza, la edad, juegan un papel tan limitado a la hora de hacer que un personaje sea simpático o no. Quizás por eso un personaje de este tipo es uno que puede caer bien a todo el mundo. (…) Así que pensé qué pasaría si seleccionaba a diferentes tipos de gente para un solo personaje, un personaje con el que todos pudieran simpatizar. Mi temor era que podía convertirse en un ejercicio demasiado intelectual, exhibicionista, y alienar al público. Pero mi esperanza era que se produjera un efecto acumulativo que afectara más emocionalmente que si tuviera un solo actor: más mágico. La gente puede preguntarse, ¿qué es lo que dice esto sobre la naturaleza del personaje, o su personalidad o la actuación?

(…) En cualquier caso el tema es que se nos da un telón de fondo para contar la historia de una niña suspendida entre una familia que mata de una forma y otra familia que mata de otra. O una familia que no ofrece ninguna posibilidad de elegir y otra para la que todas las elecciones ya están tomadas.
Como un palíndromo, el mundo gira sobre sí mismo sin ningún cambio: es como mirarse a los dos lados del espejo.
(…) La pregunta es: ¿en que medida es posible el cambio y hasta que punto no lo es?. ¿Es nuestra naturaleza como un palíndromo de alguna forma, impermeable al cambio por mucho que, paradójicamente cambiemos?"

3 Comentarios:

Blogger Protactínio escribió...

¿Qué buscan esos pies descalzos que arrastran las Dr. Martens sin pies? ¿Una persona, quizá, que ocupe las recias, aunque confortables, botas? ¿Un lugar donde sentarse y calzárselas? ¿La nada metaforizada en las botas vacías?

(No quería dejar pasar el momento para presentarme -¡presente, y cabo cuartel!- y me he encontrado con la bonita foto.)

((Bonita y sugerente, añado. Un abrazo, amigo Bart.))

10:08 p. m.  
Blogger Bartleby escribió...

Amigo Pa: Elegí la foto por tantas cosas personales que me sugería. Incluso apresuré el texto para poder colgarla. Después vi su significado, el "mensaje" pretendido por la artista con su 'perfomance', que no podía ser más prosaico y previsible:

"En esta fotografía, Hatoum, descalza, recorre las calles del barrio con un par de pesadas botas Doc Marten’s atadas a los tobillos. Sus pies aparecen desnudos e indefensos, frente a las poderosas botas tradicionalmente usadas por la policía o por los “cabezas rapadas”. La artista se presenta a sí misma como una persona marginal que cuestiona el sistema, intentando hacer evidente su violento funcionamiento estructural, en una acción en la que el mismo gesto de andar se convierte en dificultoso."

A pesar de lo cual me gusta lo que hace la Hatoum (su 'arte', Protac, no empecemos)
Un abrazo y bienvenido de nuevo a sus queridas tierras raras.
Bart.

11:33 p. m.  
Blogger Alicia Rosell escribió...

Buenos días, Bart:
He leído con gran interés tu análisis sobre esta película y debo reconocer que ha logrado captar mi interés -sin necesidad de leer las notas que nos da el director, ya lo logras-.
Como amante de las buenas historias que soy, en esta disección tuya llena de inflexiones sobre la película, y tras visualizar el trailer, se ha vuelto perentoria mi necesidad de verla cuanto antes.
Como siempre, Bart, no me quedo indiferente ante tus palabras.Los apuntes del director, bien, son exquisitos, ayudan a entender el hilo conductor de la película y dejan en el aire esa pregunta que nadie se hace pero se deja traslucir. Y no se pudo escoger mejor título: Perfectamente podría ser una 'aliteración' de la vida real y del título en sí mismo, 'Palíndromes', aunque suene pretenciosa esta rara percepción que saco sin haberla visto aún.
Este tipo de películas empiezan a triunfar por mérito propio al margen de las superproducciones.Ya era hora: La exposición de la vida por la vida misma, sin dar más pistas al espectador que la propia historia. Sin moralejas, las moralejas que se las ponga cada cual, por lo del libro albedrío.
Brillante exposición, Bart. Te sigo leyendo.
(Aviva.avivA). Seguro que cada cual tiene algunos palíndromes agazapados en su monótona vida y quien sabe cuántas cosas podrían definirse si pudieramos conocerlos, -espero explicarme con frases descifrables, espero-.
En fin, cuando vea la película podré hablar con más juicio que como lo estoy haciendo. No me gusta hablar de lo que no sé...empero.
La foto la intuyo como una gran metáfora que la autora quiso compartir tras un clic de su cámara. Gracias por exponerla, otro gran acierto. No me importa decir que no conocía a esta artista; ahora ya podré conocer su obra, siempre estoy abierta a toda sugerencia para viajar a través de los insondables caminos del Conocimiento.Y no es poco lo que aprendo con este blog repleto de palabras 'libre y bien pensantes'.
Te felicito por tus últimos post, Bartleby, servidora se inclina a sus pies, caballero.
Su fiel seguidora, y amiga le manda un afectuoso abrazo.

Alicia Rosell
Puri.

2:28 p. m.  

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